domingo, 21 de junio de 2009
Batllismo y Frentismo
JULIO MARÍA SANGUINETTI
Desde que irrumpió la concepción batllista adentro de la tradición del Partido Colorado, se ha discutido si era solamente una evolución social de la filosofía liberal o implicaba un real desvío hacia el socialismo. El tema fue arduamente discutido en 1917, entre el propio Batlle y Ordóñez y Celestino Mibelli. Batlle venía de ser derrotado en las elecciones de la Constituyente, en el Partido Colorado se vivía un clima de reproches (con el sector conservador exultante) y Mibelli, quien había sido redactor de "El Día", sustentaba ideas socialistas que Don Pepe rechazaba. Este recuerdo viene a cuento de que existen hoy quienes dicen que el Batllismo está más bien en el Frente Amplio, lo que nos impone fundamentar nuestro rotundo rechazo:
1) LUCHA DE CLASES. En el Frente Amplio se vive intensa y profundamente el concepto de lucha de clases: los ricos contra los pobres, la Unión y La Teja contra Carrasco. Lo ha dicho una y otra vez el Senador Mujica y está detrás de todos los actos y dichos del Frente Amplio. El Batllismo rechazó siempre, y rechaza, esa idea. La lucha de clases no es el motor de los cambios: la experiencia histórica nos dice que instaló una "dictadura del proletariado", configurada como el totalitarismo de una "nomenclatura". La historia del Uruguay, bajo el Batllismo, es la demostración opuesta, al construirse una democracia basada en amortiguadoras clases medias.
2) DEMOCRACIA POLÍTICA. El Batllismo ha sido fiel siempre a una concepción democrática y cuando algunos de sus dirigentes se apartó de esa idea, fue relegado y perdió toda influencia. En el Frente Amplio, por el contrario, todos sus sectores estaban dispuestos en 1973 a sumarse a los militares en el Golpe de Estado si se cumplían los comunicados 4 y 7. Por lo mismo, pueden considerar demócrata al gobierno venezolano de Chávez y seguir admirando una Cuba totalitaria, donde la totalidad de sus habitantes son prisioneros, como lo comprobamos patéticamente todos los días. En su seno permanecen, incluso, grupos no democráticos como el viejo comunismo o el propio MLN, que continua glorificando su pasado revolucionario.
3) POLÍTICA EXTERIOR. El Batllismo fue siempre pro occidental, se alineó con los aliados en las dos guerras mundiales, mantuvo -desde la Cancillería de Baltasar Brum- una relación amistosa con EE.UU., fue militante en contra de Franco, Mussolini y Hitler, prohijó el nacimiento de Israel y sigue fiel a su causa. A la inversa, no hay acto frentista en que no aparezcan las banderas del terrorismo palestino y las dictaduras, si son de izquierda, le parecen beneméritas: Fidel es un revolucionario y Pinochet un dictador… Es verdad que el actual Presidente mantuvo una buena relación con EE.UU., especialmente en el período de Bush, pero es indudable que el Frente, su Congreso y sus actuales conductores, revistan en ese tercermundismo trasnochado que aún recorre América Latina.
4) PROPIEDAD PRIVADA. El Batllismo defendió siempre la economía de mercado y la propiedad privada. Es más, fue acusado de ser excesivamente protector de las empresas industriales. Es notorio que el Frente apenas tolera la propiedad privada, la agrede de todos modos, legaliza las ocupaciones y restringe las compras de tierras, entre tantas otras medidas.
5) SEGURIDAD SOCIAL. El Batllismo construyó una sólida red de seguridad social, conducida por el Estado, a la que añadió, en los últimos años, un sistema jubilatorio de ahorro individual, complementario del estatal que iba derecho a un colapso. El Frente ha instalado, remedando los gobiernos populistas, el sistema de comprar la conciencia de los más pobres, dándoles dinero contante y sonante: permanecen pobres, se les quita todo culto al trabajo, se estimula su informalidad y así siguen atados al burócrata administrador.
6) ORDEN PÚBLICO. El Batllismo nunca confundió su legislación humanista (por ejemplo, la abolición de la pena de muerte), con el debilitamiento de la fuerza del Estado para mantener la vigencia de la ley. Hasta fue a la guerra cada vez que sintió esa estructura amenazada. El Frentismo, después de 40 años de agredir a la policía y confundir represión del delito con dictadura, no logra entender que la causa de los derechos humanos empieza en que el ciudadano no viva atemorizado.
7) ROL DEL ESTADO. El Batllismo construyó un Estado Benefactor y grandes empresas del Estado, que en su tiempo fueron monopolios públicos. Continúa defendiendo su existencia, pero en competencia con empresas privadas y aun asociadas a alguna de ellas. El Frentismo, como lo hizo con el agua, cree en un Estado monopolista y excluyente, que no reconoce margen a la actividad privada.
8) LAICIDAD. Para el Batllismo es principio esencial que el Estado sea imparcial frente a las religiones y que, especialmente en la educación, no practique favoritismos filosóficos o políticos. El Frentismo reduce la laicidad a la religión y cree que la educación debe difundir valores políticos propios de su concepción, transformándola en adoctrinamiento.
Podríamos seguir enumerando diferencias. Basta con ellas para entender que el Batllismo no es conservador ni socialista. Ni lo fue ni lo es. Pensando en términos europeos es lo que en Francia fue en su tiempo el Partido Radical de Clemenceau, o en España la social-democracia de Felipe González o en Gran Bretaña la "tercera vía" de Tony Blair. Podrá gustar o no, pero ese ha sido y es el pensamiento Batllista, determinante en la configuración política y social del Uruguay moderno. No se puede confundir jamás con esta oleada de incivilidad que abandona el espíritu de superación que configuró la clase media, hoy vapuleada por la instalación de una mirada hacia abajo, despectiva hasta de la hermosa lengua castellana que todavía hablamos.
El País Digital
sábado, 25 de abril de 2009
Convención Departamental de Maldonado
Este Viernes 24 de Abril en instalaciones del Centro Español de Maldonado, se reunió la Convención Departamental del Partido Colorado de Maldonado, actuando como Presidente de Turno el Sr. Federico Silvera , Joven estudiante avanzado en Psicologia, que cuenta con 21 Años de Edad y proviene de una Familia vinculada al Partido Colorado desde la primera hora, su Abuelo materno Wilfredo Garcia Cal fue electo Representante Nacional por Maldonado y su Padre el Sr. Elder Silvera Secretario General de nuestra colectividad. El Joven Presidente surge de las Elecciones Internas del 1º de Diciembre del Año 2007, donde 50.000 Jovenes de todo el Pais eligieron a sus Convencionales, con emotivas palabras el Dr. Jorge Schusman se refirio a esta importante renovación partidaria y al Historico hecho que estos Jovenes tomen la conducción partidaria bajo su responsabilidad. En el Orden del dia en primer termino debia hacer uso de la palabra la Consejera de UTU Fanny Aron, quien por motivos de Salud no concurrio. Fue recibido por la Convención el Pro Secretario del Partido Colorado el Senador Prof. Luis Antonio Hierro Lopez, quien realizo un completo informe de la Inseguridad publica, con la propiedad intelectual de quien fuera uno de los mejores y recordados Ministros del Interior del Uruguay.
domingo, 22 de febrero de 2009
"FA vive en la irrealidad más absoluta"
Dr. Jorge Batlle - César Pereira
El ex presidente Jorge Batlle cuestionó la convocatoria a la Asamblea General para analizar la constitucionalidad de la Ley de Caducidad, señalando que el oficialismo "vive en la irrealidad más absoluta".
En su audición semanal de CX12, Radio Oriental, el dirigente colorado dijo que el Frente Amplio plantea esta discusión "para ver si pueden distraer a alguien". "Quieren discutir si esta ley es constitucional o inconstitucional, por acontecimientos que pasaron hace más de 30 años en el Uruguay", sostuvo. Batlle dijo que si después de los enfrentamientos entre blancos y colorados en 1904, donde hubo "miles de muertos, degollados y otros que no se sabe dónde quedaron sus restos... imagínense lo que hubiera ocurrido si nos hubiéramos puesto durante 30 y pico de años a discutir todas esas cosas". A su entender, a partir de aquellos enfrentamientos tan profundos entre ambos partidos, "la historia del Uruguay no ha sido la de los enfrentamientos ni de la búsqueda permanente de culpables, sino de tratar de construir el porvenir; ahora estamos viviendo lo opuesto, lo contrario", indicó. Batlle dijo que el Poder Ejecutivo "no atina a atender las cosas con sensatez" y, tras cuestionar distintos aspectos de la acción gubernativa, preguntó: "¿A qué se dedica el gobierno?". "En primer lugar, se dedican a pelearse entre ellos; todas las tribus se están peleando a mansalva, devorándose, canibalizándose".
"Ahora están tratando de juntar al Parlamento para que opine sobre la inconstitucionalidad de la Ley de Caducidad, que fue ratificada en un plebiscito popular, donde todo el pueblo fue y votó".
"Esto es lo que le ofrecen al país para el porvenir. ¡Qué falta de sentido! ¡Qué falta de respeto a lo que el país precisa de sus gobernantes!", cuestionó.
miércoles, 18 de febrero de 2009
Febrero amargo
Julio María Sanguinetti | Ex Presidente de la República
Hace 36 años, en un febrero como éste, nuestra vida institucional quebró el viejo tópico de que en verano no pasa nada. A la inversa, como un vendaval, el Uruguay vivió el comienzo dramático del eclipse final de su democracia. Por cierto, la situación de deterioro venía de atrás, pero entre el 8 y 10 de febrero de 1973 la irrupción militar subordinó el poder constituido, hasta que el 27 de junio, con el cierre del Parlamento, se produzca la culminación de ese golpe de Estado ya configurado.
Los episodios de entonces se precipitaron a raíz de una carta del Dr. Amílcar Vasconcellos en que denunciaba que el país estaba entrando nuevamente en otro período militarista y que los mandos militares actuaban con el evidente propósito de asumir el gobierno. Los militares quisieron contestar ellos, el Presidente Bordaberry se sintió obligado a hacerlo personalmente y calificó de "desvarío" la posibilidad de un golpe. Pero los mandos del ejército seguían agraviados por los calificativos de Vasconcellos y luego de tensas reuniones hacen pública una respuesta durísima en que, si bien niegan una intentona golpista, anuncian que no se callarán sobre la situación política.
El Ministro Dr. Malet renuncia a su vez y el Presidente, notoriamente desautorizado, juega su última carta: la designación del General Antonio Francese, quien ya había sido Ministro de Defensa e Interior y gozaba de sólido respeto profesional y cívico. Se produce entonces la sublevación. En la mañana del 8 de febrero se acuartelan el Ejército y la Fuerza Aérea, mientras la Armada, comandada por el Contralmirante Juan José Zorrilla se declara institucionalista. El ejército corta el tránsito en varias rutas y copa la televisión oficial. La Armada, en la madrugada, bloquea la Ciudad Vieja con barricadas. El país despierta ese 9 de febrero, un viernes, con un enfrentamiento militar y unos comunicados militares que definen ya la doctrina que están dispuestos a llevar adelante.
El Presidente Bordaberry convoca al pueblo en defensa de las instituciones, sin mayor eco. Los partidos tradicionales rechazan la irrupción militar. La CNT, en cambio, parlamenta con los militares, considera a los comunicados una base importante de conversación y -notoriamente- especula con un gobierno "a la peruana", como se decía entonces en alusión al régimen del General Velasco Alvarado, una dictadura militar nacionalista e izquierdizante.
La Armada le ofrece al Presidente la Ciudad Vieja como lugar seguro para parlamentar desde una posición de fuerza. Por el contrario, él resuelve negociar y le pide a la Armada que deponga su levantada actitud. Entonces, ya no tiene objeto su resistencia y Zorrilla levanta el bloqueo, renunciando. El lunes 12, al mediodía el Presidente se dirige a Boisso Lanza, al Comando de la Fuerza Aérea, y allí pacta con los mandos militares que aceptará su presencia en las decisiones gubernamentales, creándose un Consejo de Seguridad Nacional como marco de esa nueva estructura de poder.
A partir de entonces se vivirá una situación muy precaria, que culminará cuatro meses después con el cierre del Parlamento por el Ejército y el inicio de una amarga dictadura.
El episodio de febrero fue más o menos el que sucintamente relatamos, pero él es simplemente la culminación de un largo proceso de resquebrajamiento institucional iniciado por una movimiento guerrillero que pretendió derrocar la democracia "burguesa" y sus "libertades formales" para instaurar un régimen a la cubana. Fueron años de permanente desorden, en que el secuestro, el asalto, el asesinato, arrastraron al país a una guerra interna, que libró el Estado con la policía hasta que en septiembre de 1971, a dos meses de la elección, la fuga del Penal de Punta Carretas de todo el movimiento tupamaro, llevó al gobierno -en medio de un país paralizado por el temor- a darle entrada a las Fuerzas Armadas en ese combate. Esa postergación de su presencia, justamente, le fue reprochada al General Francese en los días de febrero que evocamos y se explicaba precisamente por su preocupación de no involucrar a los militares en una confrontación política.
Los partidos de izquierda de la época, socialismo, comunismo, democracia-cristiana, todos, elogiaron los comunicados militares. Insistieron en que podía ser la base de un nuevo gobierno en que estarían dispuestos a colaborar. Insistían en la tesis, ya acuñada tiempo atrás, de que el dilema no era entre democracia y golpe de Estado sino entre "pueblo y oligarquía"; y que con "la unión de los orientales civiles y militares" podía abrirse un nuevo camino. Aparte de los partidos tradicionales, la única voz, solitaria en defensa de la democracia, fue la del Dr. Carlos Quijano desde Marcha. ¿Por qué no se incorporaron definitivamente a la dictadura? Porque en el Ejército no predominó el grupo llamado peruanista sino el ríspidamente anticomunista, que cerró todo ese entendimiento que se venía gestando. Hoy parece hasta un chiste que la llamada izquierda creyera entonces en que el General Álvarez fuera el líder de un gobierno "progresista". Pero así fueron los hechos.
Hoy, a la distancia, cabe rescatar la figura del Contralmirante Zorrilla y los marinos que le acompañaron; de las fuerzas políticas tradicionales que aún no apoyando al gobierno valoraban el sistema por encima de las diferencias políticas y subrayar el error trágico de quienes despreciaban por entonces las garantías "formales" de la democracia que sólo reconocerían cuando ellas se perdieron, bajo la dictadura.
Paradójicamente, quienes hoy más invocan los Derechos Humanos fueron quienes más los despreciaban en aquellos años en que la democracia estaba en riesgo y estaban dispuestos a entregarla detrás de un errático sueño revolucionario.
El País Digital
sábado, 7 de febrero de 2009
REBUZNANDO EN LA CHACRA
Pedro Bordaberry
En la década del 40 George Orwell escribió “Rebelión en la Granja”. Esta novela satírica trata de un grupo de animales que decide tomar el poder en una chacra inglesa.
Cansados de ser usados por el granjero los animales se rebelan, lo expulsan y toman el control del establecimiento.Para ello crean un sistema de gobierno propio que pronto se transforma en una tiranía.
Los personajes de esta alegoría fueron creados cuidadosamente por Orwell.
Así los que toman el poder son los chanchos del establecimiento. Lo hacen bajo consignas que obligan a todos a repetir y cantar todos los días, tales como “Cuatro patas es bueno, dos patas es malo”, “No se puede beber alcohol” y “todos los animales son iguales”.
Antes de la rebelión habían sembrado el odio contra el granjero diciendo que no era justo que éste vendiera los huevos que producían las gallinas o la cosecha en que todos trabajaban.
“Ahora todo cambiará” prometieron al tomar el poder.
Los otros animales les creen y confían en los chanchos.
El viejo caballo, llamado “Boxer”, trabaja luego de la rebelión más que antes y recibe menos ración. Pero le aseguran que es más justo y que al final todo será mejor.
Las ovejas son obligadas a repetir todo el día “cuatro patas si, dos patas no”. Una perra tiene cachorros que desaparecen. Al poco tiempo se enteran que ahora son la guardia personal de los chanchos que tomaron el poder.
Nadie cuestiona nada convencidos que ahora todos son iguales.
Solamente Benjamín, el burro, duda. Es muy amigo de Boxer el caballo trabajador que tira del arado.
Benjamín empieza a dudar cuando, luego que el granjero es derrotado por segunda vez, comienzan a suceder cosas raras: los chanchos se mudan a la casa del granjero, afirmando que como dirigen la granja tienen que vivir en ese lugar que tanto criticaron.
Después sobreviene una pelea entre los mismos chanchos que gobiernan. Uno de ellos que ayer era considerado un héroe es criticado por todos y desterrado de la granja.
A las gallinas se les obliga a poner más huevos que son vendidos. Los chanchos empiezan a comercializar afuera las cosechas porque, dicen, las necesitan para seguir construyendo la rebelión en la granja.
Finalmente, luego de esforzarse por muchos años y sin disfrutar de su jubilación, el viejo y noble caballo Boxer fallece.
El final es excepcional.
Benjamín el burro se asoma por la ventana de la casa principal y ve a los chanchos cenando y tomando alcohol con sus enemigos, los granjeros vecinos. ¡En lugar de andar en cuatro patas están parados, en dos!
Benjamín no se aguanta, se pone a rebuznar, y se rebela.
Esta alegoría escrita en 1941 por Orwell fue casi premonitoria de cosas que sucederían después en muchos países. La vigencia de la misma esta dada también por el hecho que Orwell era socialista.
La recordé la semana pasada cuando el Senador Mújica me ordenó públicamente que no rebuznara, enojado por un artículo que publiqué acá.
Los que rebuznan son los burros, pensé sin entender.
Ahí me di cuenta que me había asociado con Benjamín, el de Rebelión en la Granja.
El burro Benjamín se asomó por la ventana y vio a los que detentaban el poder, en dos patas, renunciando a todos sus principios e ideas.
Yo lo vi a Mújica por esa ventana que es la televisión en el Conrad, José Ignacio y Punta del Este, hablando de lo bueno que era lo que criticó toda la vida.
Tiene razón: como Benjamín no me aguanté y me puse a rebuznar.
miércoles, 28 de enero de 2009
Balanza de pagos y competitividad
ISAAC ALFIE
Las cifras del sector externo siempre son de enorme importancia y aportan valiosa información a la hora de analizar los equilibrios o desequilibrios de una economía, ya no meramente de su sector público, aunque claro está, su desequilibrio provoca su correlato en las cuentas con el exterior. Estas estadísticas no solo se componen de lo mensualmente publicado -exportaciones e importaciones de bienes desde y hacia territorio no franco- sino que cada día cobra más importancia en todo el mundo, donde naturalmente Uruguay no es la excepción, el comercio de servicios y las remesas. A lo anterior, particularmente, hay que adicionarle que una parte no menor de nuestro comercio exterior de bienes se hace desde zonas francas.
Como se sabe, es la balanza de pagos quien muestra la totalidad de las transacciones entre un país y el resto del mundo. Ésta se integra de dos grandes capítulos, la cuenta corriente (comercio de bienes y servicios, transferencias corrientes de dinero sin contrapartida, pagos de intereses, royalties, regalías, distribución de dividendos y otras remesas) y, la cuenta capital (préstamos, inversión directa física, inversión financiera, etc.) que financia la cuenta corriente.
A fines del mes de diciembre se publicaron las cifras de la balanza de pagos correspondiente al tercer trimestre del año 2008 que, definitivamente, nos muestran un nuevo panorama, un cambio estructural relevante en nuestra relación con el exterior gestado hace más de un lustro pero que hoy se percibe en las cuentas oficiales. En efecto, la inversión extranjera directa tuvo un auge con la llegada de grandes proyectos en 2003-2004, que luego se consolidaron, continuaron, y llegaron otros. Por su parte, la construcción de grandes obras para vivienda financiada con capital extranjero, así como la venta de empresas y tierras a no residentes, generan otro tipo de flujos, en especial remesas o retención de utilidades que hace cada vez menos relevante el saldo comercial conocido y adquiere suma importancia el conocer las cifras complexivas de las transacciones con el exterior.
Ante ello, las autoridades deberían hacer un esfuerzo de divulgación de estadísticas del sector externo más completo y frecuente que el trimestral, como se hace en otros países, incluso vecinos, porque las que se difunden ya no brindan suficiente información. En realidad, con todos los "faltantes" reseñados podemos convenir que, a esta altura, dicen bastante poco.
CIFRAS. Según el balance de pagos, las exportaciones de bienes en los doce meses a septiembre de 2008 totalizaron US$ 6.897 millones, mientras que las importaciones US$ 8.189 millones, arrojando un déficit de US$ 1.292 millones. Es éste el llamado resultado comercial, que forma parte del resultado de la cuenta corriente. Si estas cifras las observamos en el informe mensual que emite el propio Banco Central, vemos que las exportaciones de bienes totalizaron US$ 5.825 millones, mientras que las importaciones US$ 7.992 millones, arrojando un déficit de U$S 2.167 millones. Como se percibe la mayor diferencia está en las exportaciones, poco más de US$ 1.000 millones superiores, siendo seguramente las ventas de Botnia y de concentrados de gaseosas desde zona franca, quienes la explican en mayor proporción.
En sentido contrario y como es tradicional en el país, el comercio de servicios brinda un saldo positivo relevante, que en el mismo lapso ascendió a US$ 621 millones. La suma del total de exportaciones llega al 30,5% del PIB, cifra similar a la del 2005 y muy por debajo del 32,2% de 2004, mientras que las importaciones marcan todo un récord de casi el 33% del PIB.
Por su parte, la cuenta intereses, luego de los años duros, 2002-2006 donde los saldos negativos estuvieron entre US$ 175 y US$ 375 millones al año, vuelve a mostrar un saldo neto ligeramente negativo de US$ 45 millones, (entre 1999 y 2001 fue positivo, implicando que los intereses que los uruguayos cobraban del exterior superaba a los que se pagaban hacia el resto del mundo) y existen otros "positivos". La suma de todos los componentes muestra un déficit de cuenta corriente de US$ 1.122 millones (3,75% del PIB).
Además de las exportaciones desde zona franca, hay otro cambio estructural que ha comenzado a jugar y debe tenerse en cuenta a la hora del análisis: las utilidades de las empresas de capital extranjero. Según las cifras oficiales éstas vienen creciendo exponencialmente, reflejando el proceso de inversión ya descrito y la fase del ciclo económico mundial. Para tener idea, la estimación de estas utilidades pasibles de ser remesadas al exterior era del orden de US$ 100 millones anuales en 1999-2000, pasando a US$ 220 millones en 2004-2005. Desde allí crecen sin parar, pero se puede decir que durante el 2008 "explotaron", llegando a US$ 582 millones en los 12 meses culminados en septiembre. Es ésta la magnitud de los dividendos no distribuidos y por ende reinvertidos en el país. Estos fondos están financiando buena parte de la expansión de la producción que se dio en el lapso comentado, seguramente una porción importante financie las necesidades adicionales de capital de trabajo. Para completar el total de inversión extranjera, se debe sumar la inversión directa, sea en adquisición de activos existentes (tierras, empresas, inmuebles), como en la construcción e incorporación de maquinarias y equipos para la economía, las que totalizaron en dicho año US$ 695 millones. Entre ambas suman US$ 1.277 millones, más que financiando el déficit de cuenta corriente de US$ 1.122 millones.
IMPLICANCIAS. Las cifras son elocuentes. El déficit de cuenta corriente, que muestra el exceso de consumo sobre la producción local de una economía, se está financiando casi por partes iguales con retención de utilidades de empresas extranjeras y aportes de capital de éstas. Lo usual en el pasado era que aproximadamente el 50% del déficit de transacciones se financiara de esta manera y la otra mitad con deuda. El cambio en la estructura de financiamiento no es menor y, bajo situaciones de estabilidad, muy bueno. Sucede que el déficit es demasiado grande, casi 4% del PIB, cercano a los máximos históricos, y las "condiciones de estabilidad" que nosotros generamos o desechamos no están cabalmente presentes. Un cambio de escenario nos expone, al igual que en el pasado, a un ajuste rápido en la cuenta corriente con el agravante en estas circunstancias que seguramente existan saldos de dividendos para retirar, (ya no son necesarios ante la disminución de los requerimientos de capital de trabajo), lo cual podría causar el doble efecto de, no sólo la retracción de la inversión directa y la no inversión de las utilidades del año, sino el eventual retiro de parte de los dividendos de ejercicios anteriores.
Por ende, habrá que estar atentos porque el efecto de una decisión de este tipo sobre el total de importaciones, y por consiguiente la recaudación, así como sobre el tipo de cambio puede llegar a ser bien importante.
COMPETITIVIDAD. Otro aspecto relacionado al saldo de las transacciones corrientes con el exterior se vincula con la competitividad de la economía. Si bien es cierto que a largo plazo, el tipo de cambio real no determina el citado resultado ni nada que se le parezca sino que, por el contrario, éste se ajusta para que dicho saldo sea equilibrado, a corto plazo sí influye y mucho. En este sentido, el actual valor nos indica que la preocupación debe ser la nota dominante. Nuevamente el mal manejo de la política fiscal, de ingresos -indexación mediante- y monetaria nos exponen a un dilema donde, cualquiera sea la solución, al país le va a costar caro. En efecto, hace unos meses, no muchos, desde esta columna di mis razones y los números concretos, para mostrar que la inflación interna de Uruguay, medida en dólares, era muy superior a la casi totalidad del resto de los países del globo y por ende era claro que algún problema (error) doméstico se había cometido. Antes, (septiembre de 2007) dije que el planteo del entonces Ministro Astori para "combatir" la inflación era inflacionario y en todo caso le imponía al tipo de cambio un trabajo muy duro que conduciría a la apreciación de nuestra moneda. Hoy las cosas se han llevado al extremo. Tomando en todos los casos los mínimos que alcanzó la cotización del dólar en cada país, en cifras gruesas la devaluación en Brasil ha sido 53%, en Chile 48%, en México 38%, en Colombia 40%, en Australia 50% y en Nueva Zelanda 55%, por su parte en Uruguay, apenas 21%. A su vez y agravando la situación, la inflación en Uruguay fue la más alta de todos los países mencionados en el último semestre y ni qué hablar en el correr de los últimos años. Quiere decir que contra países que básicamente "viven" igual que nosotros de productos no diferenciados (commodities) nuestra competitividad se hizo añicos (1). Estas cifras debemos de mirarlas a la luz del déficit de cuenta corriente cuyo financiamiento hoy no luce sustentable en función de las circunstancias por las que atraviesa el mundo.
Desde esta misma columna hace aproximadamente un mes terminaba diciendo "Hasta el momento lo mejor que han hecho las autoridades es dejar que el precio del dólar suba, veremos hasta dónde el gobierno está dispuesto a seguir con ello".
Al parecer no fue por mucho tiempo y lo que actualmente pasa, en algún momento, lo vamos a pagar. Puede ser que continuemos así todo el año, donde el gobierno "importa" dólares mediante la contratación de préstamos, y el nivel de actividad se resiente cada día más, pero la presión en la olla se acumula y como, desde mi punto de vista, estamos en una situación que demandará muchos meses más en comenzar a aclarar, la probabilidad de quiebre en algún momento no es baja.
(1) En caso que el lector piense que esos países tienen una ponderación de fuente industrial o de servicios más importante que la nuestra, la comparación es aún peor para Uruguay, porque redujo más su componente no transable (salario) en dólares.
Economía y Mercado Diario El Pais Montevideo
sábado, 17 de enero de 2009
El costo de la falta de gestualidad republicana
Manuel Flores Silva *
Seguiremos una semana más tratando los temas un poco más livianamente que de costumbre, en homenaje a estas fechas de espíritu festivo.
Me contaba un veterano que aprecio mucho que, cuando era pequeño, su padre le tenía prohibido reírse cuando los visitaba un pariente muy fantasioso. Era algo embustero pero pariente al fin, así que había que guardar el debido respeto, lo que no era fácil, visto lo embaucador de sus fábulas.
Una vuelta vino el consabido pariente y contó –mi veterano amigo entonces niño y en total y sagrado silencio- que unos días antes había llegado a las casas cerca del mediodía, luego de recorrer el campo, y su mujer, Margarita, le había dicho que no había nada para cocinar: la había dejado sin carne ninguna. Era hombre de tanto campo como amarretismo.
Entonces, contaba, ¿qué hizo?. Se fue a la laguna cercana, vio que estaba llena de patos -ahí mismo vio autoservice de manjar- y armado de una piola se zambulló en el lago. Empezó a enlazar subrepticiamente a los patos por las patas y lo hizo con tanto pato, que cuando tiró de la piola y los apresó a todos, los patos levantaron vuelo. Y eran tantos que, con ellos, lo levantaron a él. Los patos volando y nuestro amigo colgado de ellos pasaron por encima de la casa donde la mujer esperaba meramente qué cocinar. Quedó estupefacta al ver a su marido navegando el cielo, pero él la tranquilizó gritándole desde las alturas, a todo pulmón: -No te preocupes, Margarita, que los patos no van lejos. Mi amigo niño puso, claro, cara de creer que los hombres son como cometas.
Cuento esto porque me pareció un buen ejemplo para afianzar un concepto. Uno a veces, antes de saber si las cosas son verdad o no, se da cuenta si las cosas son verosímiles o no. Obviamente, el cuento no es verdad cuando nuestro héroe se eleva por los aires, pero lo que lo hace realmente inverosímil es cuando, en esa insólita situación, le dice a Margarita lo que le dice.
Poesía, decía Aristóteles, es hacer verosímil lo inverosímil. Nosotros le creemos a Shakespeare cuando en 20 minutos de Macbeth mueren una decena de personas. A veces, por el contrario, la falsa narración hace inverosímil lo verosímil. No le creemos, por ejemplo, al guionista de telenovela cuando una escena totalmente frecuente –una pareja que se encuentra en un parque, digamos- los personajes se expresan de una manera tan alambicada y cursi que sabemos que ello no ocurre nunca así en la realidad. Cuando el verosímil encuentro de jóvenes, por ejemplo, se hace inverosímil porque ella le dice “– Alejandro Carlos, ¿me amas a mí más que a Isabel Elvira, aunque ahora sepamos que tú y yo somos hermanos?”. Y él le contesta “–Sí, Alicia Sandra, porque además me he enterado de que Isabel Elvira en realidad es hombre”.
¿Cuántos pobres?
Estas cosas de la verdad y de la verosimilitud no son ajenas a la política.
Veamos un ejemplo. En el 2000 el país producía 22.000 millones de dólares de Producto por año y la pobreza era 14%. Con la crisis del 2002 el Producto por año pasó a 11.000 millones (la mitad) y la pobreza a 31%(más del doble). En el año 2007, el Producto fue de 23.000 millones pero la pobreza fue de 27%. Se restauró el Producto pero se mantuvo duplicada la pobreza. Eso habla mal de cualquier gobierno. Ahora se produce la misma riqueza que antes de la crisis pero se reparte más o menos como durante la crisis. Se instauró un modelo socialmente regresivo, sin lugar a ninguna duda, partiendo de sostener un atraso cambiario (posible por los altos precios internacionales de las materias primas) que ha perjudicado el desarrollo industrial, por ejemplo
Nos pareció bien, sí, que a principios de este año el Instituto de Estadística corrigiera el índice de pobreza de un 25,5% a un 27%. Fue muy criticado porque era la primera vez que los datos del INE eran flexibles y se toqueteaban, pero nos pareció –la corrección era un contrato externo al INE- que era serio. Claro, el antecedente siempre da lugar a la sospecha de que se declara una pobreza más baja y el año que viene la vuelvan a corregir al alza.
No resulta verosímil, sin embargo, un cálculo del INE de ahora. En lugar de esperar el nuevo informe anual sacaron un informe apresurado a mitad del año –habían tenido que corregir el informe anual y ahora se mandan un semestral- diciendo que la pobreza ha bajado a 22%. En tres años había bajado 4 puntos y en 6 meses preelectorales bajan 5 puntos. Es tan poco verosímil que uno se pregunta enseguida cómo es la cosa. La inverosimilitud nos lleva con naturalidad a la desconfianza sobre la verdad.
El argumento resulta ser que un ciudadano-pobre-con-mutualista deja de ser un ciudadano-pobre y entonces lo ingresan a la clase media y dan por salvados a cientos de miles. Ese ciudadano-pobre, a veces no puede pagar los tickets –que los hay para todo- y los ricos, por el contrario, se protegieron en mutualistas y seguros más caras. Pero un ciudadano-pobre con mutualista en realidad no es un ciudadano-no-pobre. Es un ciudadano-pobre con mutualista a medio o cuarto uso. Esa es la verdad. Lo otro es un argumento para que se esconda la realidad de que el aumento de la riqueza se hizo repartiendo mal (estudios económicos universitarios serios demuestran que la desigualdad aumentó). Y el Ministro García pueda salir a decir que hay 300.000 pobres menos (en realidad hay 150.000 pobres menos y hay 400.000 pobres más que en la “oligárquica” década del 90), cifra que estos días ha corregido y dice que hay 350.000 pobres menos.
La imprescindible gestualidad republicana
En esto de leer las señales que vienen de arriba, no sólo está el problema de la verosimilitud de las cosas que el Estado le informa a la sociedad. Hay también un tema de actitud republicana en la conducción del Estado.
Nosotros, por ejemplo, en lo personal le tenemos simpatía a la Ministra Tourné. Los que estuvimos en la lucha contra la dictadura, que no éramos muchos (aunque ahora todos fueron tremendos guapos), como Daisy, su entonces esposo, unos cuantos y yo, no olvidamos las solidaridades de ese tiempo. Y nos cuesta no tenerle simpatía a la gente de aquella gesta.
Descuento, además, que la Ministra querrá hacer las cosas lo mejor que pueda. ¿Dónde le erra, entonces?.
Primero hay la necesidad de que se tenga siempre una actitud republicana. No se puede mirar al país y gritarle, como lo hizo la Ministra en televisión en cadena desde Rivera: “Que me quiten lo bailao”. No.
Quiere el republicanismo que el Ministro no es alguien que esté disfrutando su cargo sino una ciudadana o un ciudadano que se está sacrificando al asumir una responsabilidad. No tiene que haber “bailao” para quitarle. O para no quitarle, que es lo que quiere decir la frase.
Que hace la gente ante eso. En apariencia nada. Pero, claro, de-a-poco-le-quitan-lo-bailao. Porque ella ha cambiado toda la semiótica social vulnerando el estilo republicano. Entonces andar a caballo no se trata de un ritual para honrar a un cuerpo policial determinado. No. Pasa a ser leído como una oronda parte del acumulado del “bailao”. Ya lo de ir a cantar por los vericuetos de la noche no es meramente una costumbre popular de la Ministra, sino que se trasmuta en parte también del rebosado tesoro de lo “bailao” que nadie-le-puede-sacar.
Parte del acopio de lo “bailao” es sostener bastante impunemente que la inseguridad es un invento de la prensa, ofenderse con la misma y negarse a prestar declaraciones al sistema de comunicaciones entero de la nación, y levantar la tesis de la “sensación térmica”. Sensación que terminó hasta con un candidato presidencial de su fuerza política asaltado.
La democracia más que un sistema para elegir gente es un sistema para sacar gente del poder, decía un sabio politólogo.
Estas líneas más que nada son un intento de reflexión a propósito de que la Ministra más importante del año 2009 –será la Ministra de Gobierno durante las elecciones- acentúe sus prácticas republicanas. Todos, para empezar ella, lo necesitamos. Y ella es perfectamente capaz de ello, como todos los que luchamos por rehacer la república en aquellos años negros. A los que se llegó, dicho sea de paso, por falta de república y a los que le sucedieron una gran incapacidad republicana de los primeros gobiernos democráticos. Digo, para repartir bien.
Ayudaría a la Ministra que ella no cediera frente a algunos apetitos que siempre rodean al poder. Señalamos desde estas líneas, hace algunas semanas, que mal se hizo en cambiar la ley y eliminar el requisito de que fuera un policía de alto rango el Director Nacional de la Policía. Se retrocedió en la profesionalización y despolitización de dicho cuerpo.
La última Rendición de Cuentas suprime 730 cargos de policía ejecutiva y crea 576. Suprime 31 cargos administrativos y crea 76. Además se manda 14 nuevos gerentes (no ejecutivos) y crea 1 dirección, 2 escalafones y 9 divisiones todas ellas no ejecutivas. Después es difícil convencer al cuerpo policial y a la ciudadanía que se está aumentando la cantidad de policías ejecutivos para estar en la calle combatiendo el delito.
Viene a cuento, ahora, otro relato del embustero que referíamos al principio de esta nota. Otra vez vuelve a su casa de recorrer el campo. Y ahora la mujer le dice que los niños no están, que han desaparecido. Y sale el hombre por los senderos –contaba- voceando el nombre de los gurises. Y nada. Volviendo el hombre ya desanimado, orillaba la laguna del cuento anterior, cuando de golpe ve que una piedra sale del agua, describe un semicírculo, y vuelve a caer. Lo que pasaba, decía el relator, ante la seriedad contenida a forceps de su auditorio, es que los gurises estaban jugando a la payana debajo del agua.
Ministra, efectivos policiales ejecutivos en las calles, como prometió, y no otra cosa.
* Ex Senador, Director de Jaque, Director de Posdata.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)