Termina el 2007, otro año más de la formidable bonanza internacional que, a través de los fabulosos precios internacionales de las materias primas y alimentos, ha traído crecimiento a todos los países de América Latina. Cualquier análisis de la situación debe partir siempre de este hecho fundamental, porque todos, con gobiernos buenos o regulares, con orientaciones más a la izquierda o más a la derecha, muestran importantes crecimientos en la economía, con su consiguiente proyección sobre el conjunto de la sociedad a través de Estados administradores de grandes recaudaciones.No obstante este viento a favor, el año termina con el gobierno enredado en sus propias madejas y la oposición revitalizada. El gobierno mantiene su permanente contradicción. El reciente Congreso del Frente Amplio volvió a mostrar la sobrevivencia de una inefable mentalidad troglodita, inexplicable en el mundo contemporáneo. Se rechazó cualquier tipo de tratado de libertad comercial con los EE.UU., se proclamó el retroceso educativo, se cuestionó la política de equilibrio presupuestal y ni siquiera hubo acuerdo para designar un Presidente de la coalición.Todo esto no sería nada si no fuera que, en aquello en lo que han logrado coincidencia, se marcha en la peor de las direcciones. Se sigue adelante con la regresiva reforma del sistema de salud, que gravará a la clase media, ya golpeada por el injusto IRPF. Se posterga el pago de este último, a raíz del caos administrativo que reina en su aplicación. Continúan procurando que los CERP del interior abandonen su exitoso sistema, mientras baja —por vez primera en años— la matrícula de los preescolares, que debía extenderse ya a los de 4 años en su totalidad.La política laboral sigue estancada en una prepotencia sindical que persiste en el uso de la ocupación como arma de huelga, cuestionada ahora por algunos jueces civiles pero ratificada en todos sus términos por el PIT CNT. La seguridad pública no registra avances y aunque la Ministra luce más hábil que su extraviado antecesor, no ha logrado nada: en Punta del Este la temporada arranca con copamientos y en la Costa de Oro ya no se puede vivir en calma. Mientras tanto, la exportación industrial ha caído casi toda y la agropecuaria, que recibe magníficos precios en dólares, pierde competitividad día a día con los aumentos de costos internos.A todo esto se suman ahora los escándalos y el gobierno sale a la palestra, con su habitual paranoia, a imaginar conspiraciones. Las denuncias contra el hermano del Vicepresidente fueron anónimas y se trasladaron por el propio Presidente de la República al Ministerio de Defensa. El tremendo escándalo de los Casinos viene de la administración anterior y fue enviado a la Justicia por el Intendente Erlhich. Las denuncias sobre los manejos turbios de la Intendencia de Maldonado provienen del propio diputado frentista. ¿Donde está la conspiración, entonces?Por supuesto, lo primero que se hace es descalificar al adversario, pero lo que importa, que es la sustancia del tema, es clarísima: todo era verdad. Verdad que en los Casinos se regalaban contratos a empresas vinculadas a los jerarcas. Verdad que el hermano del Vicepresidente hablaba con los generales para recomendar una oferta en una compra de armamentos y verdad también que había un estrecho conocimiento de las personas involucradas con el empresario de construcción beneficiado en el Ministerio de Defensa.Esta situación ha herido muy fuerte al Frente Amplio y por vez primera las encuestas nos dicen que los dos partidos tradicionales sumados hoy superarían al oficialismo en una eventual segunda vuelta. Se terminó entonces aquella actitud hegemónica de un partido de gobierno que decía haber llegado para quedarse años.A la inversa, los partidos tradicionales van reforzando su presencia. Especialmente el Partido Colorado ha iniciado un proceso de fuerte recuperación y la elección de los jóvenes, con 46 mil votantes reales, contados y acreditados fehacientemente, ha resonado como un campanazo en el escenario político nacional. El viejo partido de Batlle y Ordóñez resurge y alentado por este éxito, el año que viene dará otros pasos sustantivos: recolectar las firmas para plebiscitar una enmienda derogatoria del IRPF, organizar su sección sobre la mujer y un gran congreso doctrinario. Lo que está claro es que el Partido resurge con una institucionalidad consolidada. Al llamado de su Convención y su Comité Ejecutivo, los jóvenes han respondido y la organización electoral, técnicamente rigurosa, ha renovado la solidez de la tradición colorada en la materia.Estamos, entonces, ante un panorama nuevo. Con un gobierno que ha comenzado el desgaste y unos partidos tradicionales en proceso de afianzamiento, el año que viene, en que se presentarán formalmente las candidaturas brindará el panorama de una civilidad que se refresca. Es importante recordar, eso sí, que el sistema político uruguayo es de doble vuelta y que en la primera se vota al partido y candidato de preferencia personal de votante y en la segunda a aquel, que si no coincide con su primera opción, está mas cerca de ella. La ciudadanía aun le cuesta entender esta lógica y eso es fundamental para un Partido Colorado que ya pagó un pesado tributo a ese error y que ahora disputará con ardor y fuerza la primera vuelta. Hay un porcentaje muy alto de población que ante todo desea derrotar al Frente Amplio y que sueña con una unión de ambos partidos tradicionales. Justamente, para ello está la segunda vuelta, luego de que, en la primera, cada uno muestre su perfil y asegure así la presencia del mayor espectro posible de opinión. O sea que nuestro Partido mira hacia la segunda vuelta, pero debe antes llegar en la primera y para ello debemos prepararnos con fuerza y voluntad.El 2009 está más cerca y comienza a escampar en el horizonte uruguayo. La arbitrariedad y el atropello de la ley que han sido código vivo de este gobierno, tendrán entonces su merecida respuesta.
